14/3/10

El accidente

Quedaba un último resquicio para solucionarlo.


En nada hubieran cambiado las circunstancias si desistía.



Aunque tratándose de nosotros, valía la pena afrontarlo.


Me pudo el corazón, te llamé.


Tu respuesta me había dejado una tanto confuso,
así que decidí ir a verte.



No merecíamos estas distancias.


Nuestra relación estaba entrando en un túnel sin salida.


De pronto, me llamaste.



Mi nerviosismo, lo sé, empeoraba las cosas.


Ahora que me deseabas lo mejor
me pareció demasiado tarde para cambiar el destino.


Avanzábamos por un callejón sin salida.


Fue inevitable


A partir de entonces
he resuelto afrontar los problemas desde otra perspectiva.


Arrastrar con fuerza los males que me han traído hasta aquí.




© Héctor Huerga, para los textos y las fotos.

© Andrés Venegas, para las fotos 13 y 15.

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