9/11/07

Correspondencia


...tantas cosas que han pasado en estos meses. Empiezo por el final, y es que estoy desde hace unas semanas en mi nueva residencia. Estrenando canales de vida y limpiando platos en casa, como de costumbre. Mis ahora menos huesos soportan progresivamente el intenso frío de Ginebra. Escribo desde la biblioteca de la ciudad donde suelo venir por las tardes a rastrear los universos, previo paso por la Rue des philosophes donde al final de la calle te recibe una estatua de Calvino, en silencio, sin protestantismos...

Es una decisión personal, si todavía existen: he pasado de trabajar en una editorial independiente a ser editor independiente, si todavía existen. Si lo miras así, fríamente, es un viajezote interesante este de cambiar totalmente de chip en la vida, un poco, obligado por algunas circunstancias. A Roberto y a mí nos han dejado en tierra. La editorial Almadía ha decidido replegarse en Oaxaca para desde ahí crecer como sólo a ellos les gusta. Roberto debe estar por Galicia y yo estoy por Ginebra... G,G...

El reciente día de muertos visité un cementerio, concretamente el Cimitière des Rois. Llegué con mi nueva bici y nueve grados centígrados menos en cada mano. Después de enfilar hacia el final del recinto giré a la izquierda, hacia la figura de un arbusto que secundaba a una tumba, una planta típica de la Alta Saboya denominada Buxus sempervirens. Quise meter por algún lado de la tumba de piedra con tipografía celta y un bajorrelieve que representaba a una embarcación medieval un papel y lápiz para el maestro, pero me retracté de hacerlo este día. Extraño caso el de que Borges y yo descansemos a 20 minutos de distancia, sólo existe un enorme parque abierto al cielo entre su morada y la mía, Plain Palais.

Pronto publicaré en el blog el relato completo, con fotos.

Quedamos en pronto, Héctor





2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estimado Héctor,
Comprendo con tu mensaje que has podido encontrar cobijo en Plainpalais. No puedo sino felicitarte. Me gustaría recomendarte a Yasmina, de Tierra Incógnita, detrás de Plainpalais. Tienen una librería, y una tienda discos, y organizan todo tipo de actos culturales. Estuve animando con Erika, una amiga argentina, y más personas,unas charlas los sábados, abiertas a todos los amantes de la literatura. Como actividad benévola tenía la ventaja de crear un ambiente propicio para poder hablar cómodamente en un espcio con otras personas.
Siento que tus sentimientos en Ginebra se vean condicionados por el frío de la temperatura. Me parece una excelente idea que aproveches la Bibliothèque de la Cité. Mi novela Le Coeur Un en abenyusuf.dsland.org en un catálogo personal de las estanterías, empezando por el rez-de-chausée.
Much suerte en Ginebra,ciudad que sigo amando.
Atentamente

Anónimo dijo...

Gracias Abenyusuf

Estoy en contacto con Tierra Incógnita desde que llegué. También con Daniel de la Fundación Abanico que crearon hace años un proyecto de intercambio multidisciplinar con artistas de habla hispana.
Reitero mi agradecimiento y reconozco que me tienta leer tu novela Le Coeur Un.
Abrazos, Héctor