27/10/07

El conocimiento de la tarde, de Joë Bousquet

Aparece la primera traducción al español del libro de poesía surrealista La connaissance du soir de Joë Bousquet realizada por el Doctor en Filología francesa y alemana Ángel Sánchez.
Como bien agrega Sánchez en el prólogo "Presentar los versos de Bousquet en lengua castellana no resulta en principio labor cómoda (...) pues no es un poeta fácil de seguir aunque sí de sentir. (...) Bousquet impone lo sinuoso de su expresión, los golpes de una oración simple en cada verso, su eterna estrategia de dejar al lector la conclusión que acaso espera. Esa lógica del sujeto declarado y evidente, unas veces errátil y otras retráctil a la captación de sentido que exige el lector, en su manía de querer comprender y compartir lo que lee, para así hacer rentable la compra del libro y bien aprovechado el tiempo que tarda en consumirlo".
Joë Bousquet nace en 1897 en Narbonne (Francia) hijo de un comandante médico del ejército. En 1900 su padre Joseph Bousquet se traslada a Carcassone donde abre una consulta de medicina general y por consiguiente lugar donde Joë pasa la mayor parte de su infancia. En 1913, con dieciséis años, viaja a Inglaterra tras aprobar el bachillerato y obtener de su padre el viaje como recompensa. Es durante su estancia en Southampton donde ejerce por primera vez la escritura. En 1914 sobreviene la 1 Guerra Mundial y a raíz del estallido de la guerra su familia es trasladada a Creil, cerca de París. En la gran ciudad Joë se siente atraído por las chicas y la bohemia del pilluelo callejero mientras sus padres intentan reducir sus ansias matriculándolo en la Escuela Superior de Comercio de París, en ese tiempo ya habituado a la morfina, en parte, por encontrarla fácilmente en el maletín de su padre. Con 17 años de edad se presenta como voluntario al ejército francés eligiendo destino en el frente dentro del 156 Cuerpo de Ataque. Se trataba de un batallón disciplinario donde la mayor parte de los soldados son presos comunes que serían indultados de su pena por los méritos adquiridos en la guerra. El 27 de mayo de 1918, en el curso de un contraataque, una bala enemiga le atraviesa tres vértebras lumbares; sus hombres lo envuelven en un trozo de tienda de campaña rumbo a la enfermería. Joë ya no siente las piernas, sólo la morfina le alivia el inmenso dolor. Una vez seccionada la médula espinal queda Bousquet irremisiblemente paralítico por el resto de su vida. Acostado en su dormitorio de la rue de Verdun, en Carcassone, descubrirá en la escritura una aliada de por vida.
Su escritura se volvió desde ese día totalmente deducible de las lecturas que recibía. Alguien que no sale de su casa a rebuscar en lo anaqueles de las librerías o las bibliotecas públicas deberá nutrirse de los títulos que sus amigos más cercanos le ponían en sus manos. Como resultado de su cimentación tan poco electiva y de sus descubrimientos posteriores entre la camarilla parisina, la influencia formativa de Bousquet elude la linealidad y se vuelca hacia la hondura. A Joë le hubiera hecho falta estar en París, con la movilidad suficiente para asistir a las tertulias y los viajes que el grupo fundador del surrealismo francés iniciaba en aquellas fechas, compartiendo así las líneas maestras que dieron cuerpo al movimiento. Esa lateralidad al fenómeno surrealista juega en contra suya hasta hacerle pasar por un desconocido provinciano que nunca sintió la pulsión oportunista de subirse al tren de las celebridades, resignado a su condición de hombre inmóvil, aunque privilegiado por el hecho de verse impreso en la prestigiosa editorial Gallimard. Por la cabecera de su salón-dormitorio de Carcassone pasaron nombres ilustres como Paul Valery, André Gide, Paul Eluard, Elsa Triolet, Carlos Suares o Max Ernst. Las veladas transcurridas con este círculo de amistades y sus enamoramientos llenaron una vida ciertamente estática con dosis de optimismo y paz interior en lo que todos coinciden era su gesto habitual de acogida al "santuario".


[portada de la edición en francés de la editorial Gallimard, París]
[documento basado en el prólogo del investigador y traductor Ángel Sánchez]
[para mayor información sobre la traducción inédita al español del libro dejar comentario]

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